sábado, 2 de abril de 2011

La gente que es feliz y yo

El otro día alguien me dijo algo sobre la depresión.
Sobre que es estar aislado mirando a través de las ventanas de una habitación como todos son felices menos tú.
La gente feliz sonríe, la gente feliz se abraza, la gente feliz lleva flores colgando de sus vestidos, pero sobre todo la gente feliz está contenta con sus vidas.

Yo en cambio me encierro, me encierro en este cuarto, para ver a través de las ventanas cómo vive la gente feliz.

Y me siento, me siento pacientemente, me paseo dando vueltas por esta habitación, sin rumbo. Miro al horizonte, y ahí están ellos, riendo como siempre, abrazándose, siendo felices.

Espero, espero pacientemente, a que alguien abra la puerta de esta habitación y me invite a este mundo, que por mi mismo me siento incapaz de ir a conocer.

Cuando el sol se pone me desespero, por que sé que lo que viene es la oscuridad, la oscuridad y la soledad que se hacen eternas durante las largas horas que dura la noche.
Ahora sólo me queda esperar que salga el sol, y volver a mirar a través de estas ventanas cómo todos son felices, menos yo.