viernes, 26 de septiembre de 2008

hoy voy a cantar porque mañana-lo sé- estaré llorando

domingo, 21 de septiembre de 2008

he notado que aveces llevo el blog mas como un diario que como un blog... aunque parece que el propósito del blog es ser un diario, algo asi como el blog de la feña, pero el blog de xxxx jajaja
En fin...
el día de hoy...
Ha vuelto
que cosa?
el vacío
de que hablas?
ese vacío en el interior del ser, ese que no se llena ni con comida ni con dinero
ese hueco en el que nada encaja
maldición
detesto las flores
me recuerdan a la felicidad
necesito aire
me siento como un pez en una pecera
mirando del otro lado del vidrio
como todos son libres menos yo
malditas ligaduras
desearía ser una espora
nómade
sin raíces
hacer de mi hogar cualquier nido
me pudro
como el agua estancada
esperando volverme río
libre
impetuoso
extrovertido
impredescible

déjame ir

miércoles, 17 de septiembre de 2008

me siento como un prisma
que refracta la luz
entras en mi como un solo haz de luz
y sales siendo un arco iris

te hago brillar
hazme brillar tú también

dejame ser el prisma
que vuelve arco iris tu luz pálida

quiero ser invisible

me encantaría ser el aire
para estar en todo tu ser
hasta tus pulmones
ver tu interior

necesito volverme tan volátil
para que me puedas oler a mi
y no mi sudor
ni mis fluídos
sino a mí

me estoy desesperando por sentirte
por volver a sentirte

Por ser la que alguna vez fui

tómame

antes que me vuelva aire
y por mucho que trates de abrazarme
no lo consigas

antes que sólo sea un recuerdo

me volveré agua salda
y rodaré por tus mejillas
...con dolor...

aire...
escencia...
eternidad
soy una
soy partículas infinitesimales disolviendose el aire
en tu saliva
dandole sabor
soy un cúmulo de ...
soy eterna
etérea
no soy nada
y soy todo

estaré en ti por siempre
disolviéndome como una pastilla
en tu lengua
en tu saliva

lunes, 15 de septiembre de 2008

sábado, 13 de septiembre de 2008

como agua de mar



Ese día salió a caminar
hacía calor y había un sol agradable
Vio de pronto el parque y sintió una necesidad incontrolable de entrar en contacto con la tierra
tirarse en el pasto, sin importar que estuviera lleno de señoras, ancianas y niños en su mundo
que verían en ella un ser extraño
con ganas de pasto

Cuando se dispuso en dirección del parque
se encontró al llegar a la esquina con una niña en bicicleta
Casi chocan...
atrás de ella venía un señor mayor, al parecer su abuelo
y con el tono mas maternal de un hombre le dijo: por eso debes parar en las esquinas,
siempre puede venir alguien. La niña miro al piso y el anciano le sonrió.
Ella no pudo evitar sentir una gran envidia
Aquella niña tenía un abuelo que le dijera que debía frenar en cada esquina para no andar chocando con las personas, en cambio ella siempre estuvo sola.
Nadie le dio esos consejos, tan tontos en su momento, pero útiles en la vida.
Se sintió triste
sola
desafortunada

Las flores de esa primavera le parecieron agridulces
tan felices de volver a la vida, pero tan tristes de volarse fugazmente con el viento
haciendo su existencial algo breve

Llego al parque, sentía calor
pero no era el clima
era algo de adentro
sentía sus vísceras ardiendo

Corrió y se tiró al verde
sintió la humedad de este
lo que le propinó un gran alivio a su quemazón

Observó a los niños jugar
y hacer esas preguntas pueriles
tan carecterísticas de ellos

Lo mismo que las flores
los amó y los odio
sintió pena de ellos
sintió pena de ella

La tarde se acababa
al igual que su cabeza

Sintió que comenzaba a entrar en un trance que le pareció familiar
Temió el volver a sus estados iniciales
se vio sentada en una pieza blanca, frente a un cuadro negro
Decidió volver a casa.
maldición!
se nos está cayendo el maquillaje

martes, 9 de septiembre de 2008

CUENTOS SUICIDAS II: Para elisa


A modo de introducción aclaratoria para que el lector no crea que estas son mis intenciones: este cuento fue escrito hace unos 4 años, un día cualquiera, un día más de incesantes frustraciones. Es mirar atrás, es sentirse en cierto modo superado.
Nota para mí: dejar de exponer tanto.

Ese día no se sentía bien, había discutido como siempre con ella y eso lograba desplomar su ánimo y dejarle la baja autoestima menor que cero. Entró en su desordenado departamento, como siempre con olor a pan tostado y a lysol.
En el piso las cuentas, y una carta de su padre. Al levantar las vista vio su adorado instrumento, ébano, brillante. En una de las esquinas del living estaba su piano de estudio, encima de él las partituras de la melodía que por mucho que practicara nunca había conseguido tocar bien.
Se sentó en la silla frente al imponente instrumento, ojeó las hojas de la partitura y comenzó a tocar, sus dedos eran torpes, tropezaba el índice con el pulgar al ir pasando las teclas y cada error resonaba en su interior como el desgarro de un frío cuchillo, sus tímpanos gritaban de dolor y cada tecla mal tocada era un terremoto en su cabeza.
Sintiéndose incapaz de todo, golpeó furiosa el teclado. Mil notas sonaron juntas, de una manera lúgubre. Tiró todo lo que estaba en su mesón, la estantería, la vitrina y el esquinero... se cortó las manos al romper las copas y ansiando ver más rojo pensando en el horrible día, en su horrible vida tomó uno de lo trozos del helado cristal que dejó el estallido de las copas. Lo enterró profundamente en sus muñecas ansiando cortar hasta el más ínfimo trozo de carne, empezó a palidecer.
Nuevamente vio ahí a su hermoso piano negro, brillante como el pelaje de un garañón y salvaje como éste. Se sentó, y vio borroso el teclado y la partitura, sin importarle comenzó a tocar. Cuando ya iba en 8º compás notó que no había cometido errores. Siguió. Todo fluía como si esa canción fuera de ella, cada vez más blanca, pareciendose al márfil de las teclas que seguían dando el hermoso sonido. En el preciso momento en que tocó la última nota cayo su cabeza sobre el teclado. Sin una gota de sangre en sus venas había terminado ya de tocar, por primera y última vez la música que nunca pudo.

lunes, 1 de septiembre de 2008

CUENTOS SUICIDAS I


pareciera que se va a romper en mil pedazos
pareciera no poder sostenerse en pie mucho más
Cuando miró sus pies notó que se posaban
debilmente sobre la tierra
bajo ellos un enorme acantilado
el mar abajo furioso
rugiendo
llamándola
"sólo me falta el impulso, alguien que venga y me toque
que sea con la punta de sus dedo"
Y ahí-mirando al frente- sintió su toque tan frío como el agua
que abajo la esperaba
Volvió a mirarse los pies
ahi estaba uno delante del otro
ya en el aire
Que helado se sentía el viento en su cara