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segregación social
siempre he odiado las sectas, sociedades, clanes, grupos, asociaciones, cofradías, gremios, etc. Es detestable la forma en que el patrón de personalidad se repite. Me aburre la forma en que hablar con alguno es lo mismo que hablar con otro. Es hasta risible el uso de la jerga y el patrón de conducta reiterado. El otro día no pude evitar pensar en esta patética característica humana que se le confiere sobre todo a estas agrupaciones. Me encontraba en algún lugar del mundo entre grandiosos médicos y estudiantes de medicina, sin poder evitar oír sus aburridas conversaciones. El Dr. González hablaba con la enfermera de la clínica Indisa, preguntándole por el Dr. Valenzuela. "Ay, si el Pato es un chiste, nosotros estudiamos juntos en la Chile, sabía?" mientras otro señor canoso, con cara de haber visto la entrepierna de muchas mujeres hablaba sobre las nuevas cirugías estéticas con otro hombre que parecía algo así como un gigolo. Tal panorama me parecía aborrecible, no sabía a quien hablarle, pues me sentía perdida en un mundo de hombres soberbios y engreídos. Derrepente vislumbre un ventanal que daba al jardín del lugar donde me encontraba. Sin más cuestión salí presurosamente hacía el patio y encendi un cigarro. Mientras miraba como este se quemaba lentamente pude ver la vanidad del momento y despreciar por unos minutos a la raza humana.
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